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RADICALES LIBRES : CONOCIENDO NUESTROS ENEMIGOS DE LA SALUD FISICA

Los radicales libres.  Generalidades

Un radical libre, según la teoría de Rebeca Gershman (1954), es una molécula o átomo que posee un electrón desapareado en su orbita más externa.
Este electrón “soltero” tiene una gran reactivdad tendiendo a capturar otro electrón o a cederse para alcanzar una configuración electrónica estable.
La mayor parte del daño oxidativo de los radicales de oxígeno se debe a la producción en cadena de radicales libres.
Quizá la mayor potencia defensiva de los fagocitos humanos la constituye la secreción de radicales de oxígeno, muy reactivos, que no sólo matan los microorganismos y las células tumorales, sino que también pueden ejercer efectos muy variados sobre las células normales del individuo, sus estructuras y sus productos.
Los radicales libres y sus reacciones en cadena van a suministrar a los fagocitos la capacidad de oxidación y destrucción de microorganismos invasores y de células cancerígenas. Sin embargo, la liberación de estos radicales tiene otra serie de efectos como el envejecimiento celular por destrucción del ADN mitocondrial, lesiones en diversas estructuras y macromoléculas, alteración de metabolitos y, si el daño es difícilmente reparable, de hecho puede y a veces tiene lugar en el ADN nuclear mutagénesis y carcinogénesis celular.
Se ha podido calcular que en el ser humano cada célula recibe como media unos 10.000 impactos oxidativos diariamente; lo cual implica la existencia de todo un sistema antioxidante (de tipo enzimático y no enzimático para neutralizar estos efectos.
Entre el oxigeno normal, en su forma oxidad (O2), y el oxígeno reducido a forma de agua (H2O), existen tres formas intermedias:
1)    El radical superóxido: O2
2)    El peróxido de hidrógeno: H2O2, que no es un radical pero puede producirlos.
3)    El radical hidroxilo: OH. Muy reactivo.
Además de los radicales libres que se forman normalmente en el organismo, y que son controlados por el sistema enzimático, la polución ambiental, las radiaciones, la insolación, el sobreesfuerzo físico, la nutrición deficiente, los tratamientos medicamentosos prolongados, el envejecimiento e incluso el estrés emocional pueden potenciar la formación de nuevos radicales libres que escapan de la protección enzimática.
En el proceso de envejecimiento o cuando nuestras células no reciben sus adecuados nutrientes, la producción natural de enzimas antioxidantes en el organismo desciende sensiblemente. Ello hace que aparezcan radicales libres fuera de control. Cuando además de estos extremos, se suman otras circunstancias propiciadoras de la formación de radicales libres, pueden llegar a producirse grandes deterioros en las células, capaces de afectar a la funcionalidad de las mismas y a su capacidad reproductiva. Con ello se facilitan las condiciones propicias para algunos tipos de enfermedades y para el envejecimiento prematuro. Estas circunstancias concretas se han venido a denominar, por algunos investigadores “patología de los radicales libres”.
El control de los radicales libres por parte del organismo
Para el control de estos radicales libres, en el organismo hay una serie de mecanismos “detoxificadores”:

Antioxidantes enzimáticos
A)   Superóxido dismutasa, (S.O.D.)
B)   Catalasa (CAT)
C)   Glutatión peroxidasa (GPx)
D)   Glutatión reductasa (GR)

Antioxidantes no enzimáticos
A)   Hidrosolubles
1)    Glutatión
2)    Acido ascórbico (vitamina C)
3)    Acido úrico
4)    Eliminación de iones metálicos

B) Liposolubles
1) Vitamina E, (alfa- tocoferol)
2) Carotenoides (precursores de la vitamina A) 
Radicales libres y suplementos nutricionales
La vitamina A C ejercen su acción protectora antioxidante sobre los tejidos epiteliales. La vitamina Ees la que está especialmente relacionada con la conservación de las estructuras de los ácidos esenciales polinsaturados. Por otra parte el Selenio es un oligoelemento integrante del núcleo de las enzimas catalasas, superoxidasas, glutatión peroxidasa y superóxido dismutasa, lo que indica su poder antioxidante.
Entre otros antioxidantes destacamos: la melatonina y los polifenoles (sustancia presente en algunas especies vegetales como el vino, la aceituna, chocolate, te, soja, nuez, etc.).
Por supuesto, todos estamos, como hemos dicho bajo la constante oxidación y envejecimiento que produce el oxígeno; sin embargo, hay grupos, como el de los deportistas (en especial los de élite) que al someter a su organismo a un intenso ejercicio han de protegerse de los efectos nocivos del exceso de radicales libres peroxidados, que se producen a raíz de su acelerado metabolismo.
En las lesiones articulares más usuales que ocurren entre los practicantes de cualquier deporte competitivo o ejercicio físico, la lucha contra la profusión de radicales libres en la zona afectada ha constituido, desde tiempo, uno de los objetivos a nivel local.
Así mismo, aparecen profusamente los radicales libres en las articulaciones de las personas aquejadas de artritis y afecciones reumáticas.
Las personas, que bajo cualquier circunstancia emocional o fisiológica, vean afectados el equilibrio enzimático de su organismo, pueden ser propensas a la acción oxidante de los radicales libres no compensados. Ni que decir tiene que el mundo industrializado con la contaminación ambiental es un factor de peso en nuestra degeneración orgánica. Si a esto añadimos el uso de drogas (tabaco, alcohol, etc.) la protección contra los radicales libres se ha hecho una necesidad de primer orden en el cuidado de nuestra salud.
Por otra parte, a medida que el ser humano envejece su capacidad enzimática se ve notablemente disminuida, siendo atribuidos a la oxidación producida por los radicales libres algunos de los procesos más degenerativos de la vejez.
Todas estas situaciones y estados señalan a la necesidad de añadir a nuestra alimentación suplementos nutricionales para combatir esta oxidación, a veces, acelerada.
Radicales libres y alimentos ORAC
Por otra parte, para combatir de forma natural la producción de radicales libres destacamos la importancia de una alimentacion vegetariana de cultivo biologico debido a su alta capacidad de absorber los radicales libres (ORAC: Oxigeno Radical Absorbance Capacity. Capacidad de absorción de radicales libres que tiene un producto o alimento).
A continuación incluimos el enlace a la lista de alimentos con su nivel ORAC que el departamento de Agricultura de Estados Unidos ha elaborado (página borrada recientemente por el departamento de Agricultura).

En este estudio se permite conocer detalladamente cuáles son algunos de los alimentos que tienen mayor capacidad de absorción de radicales libres (ORAC) y por lo tanto a los que deberíamos incluir en nuestra dieta.

La prueba se basa en exponer los alimentos a la influencia de una luz fluorescente en presencia de radicales libres de oxígeno. Normalmente esta luz se apaga con rapidez, pero con la presencia de los alimentos expuestos a la luz y a los radicales libres se tarda más tiempo en apagar. A mayor capacidad de absorición más tiempo dura la luz.
De esta lista destacamos los siguientes alimentos:
  • Col – Kale: 505
  • Diente de ajo: 474
  • Espinaca: 350
  • Calabaza: 328
  • Repollitos de bruselas: 280
  • Alfalfa germinada: 265
  • Brócoli en flor: 254
  • Betabel/ Remolacha: 240
  • Aguacate: 223
  • Pimientos rojo: 202
  • Fríjol horneado: 143
  • Fríjol ( kidney): 131
  • Cebolla: 128
  • Maíz: 114
  • Berenjena: 111
  • Coliflor: 110
  • Chicharo: 107
  • Papa: 85
  • Camote dulce-Batata: 84
  • Repollo: 84
  • Lechuga: 75
  • Tofu de Soja: 58
  • Zanahoria: 57
  • Ejote: 57
  • Tomate: 55
  • Zucchini-Calbacita: 50
  • Ciruelas seca: 1,648
  • Granadas: 944
  • Pasitas: 808
  • Blueberry: 685
  • Blackberry: 581
  • Cranberry-Arandano: 500
  • Strawberry- Fresa: 440
  • Raspberry-Zarzamora: 348
  • Ciruelas: 271
  • Naranjas: 214
  • Uvas rojas: 211
  • Cereza: 191
  • Kiwi: 174
  • Toronja rosada: 141
  • Uvas verdes: 211
  • Melón: 71
  • Plátano – Banana: 60
  • Manzana: 59
  • Albaricoque Apricot: 50
  • Durazno – Melocotón: 48

    Entre los alimentos principales señalamos el arándano, la uva negra, la granada, cacao, vino tinto, frutos secos y una buena cantidad de especias como: mejorana, jengibre, orégano, etc.

    Una vez más la dieta mediterránea está a la cabeza por ser una dieta antioxidante con un promedio ORAC de 10.500 ORAC/día, cuando los requerimientos mínimos suelen estar alrededor de los 1.670/día.
Además de este tipo de alimentación natural se recomienda el uso de jugos especiales antioxidantes con un gran nivel ORAC debido a una composición especial de frutas antioxidantes como Acai, goji, uva negra, granada, bayas de saúco, mangostino, noni, arándano, frambuesa, cereza negra y mora.
Por otra parte, si deseamos conocer si nuestro organismo está acumulando más radicales libres de lo normal, el "test de sangre HLB " nos permite conocer el nivel de oxidación y envejecimiento que estamos sufriendo.